domingo, 13 de diciembre de 2009

Binner: "No voy a ser vice de Cobos ni de Kirchner"...

El gobernador santafesino Hermes Binner aseguró que no será "candidato a vicepresidente de (Julio) Cobos ni de (Néstor) Kirchner" y pidió "no llenarse" la cabeza "de infelices ilusiones".
Sobre su posición para las elecciones de 2011, señaló: "No sé en qué lugar, pero en algún lugar voy a estar. Yo voy a actuar seguro", pero enseguida aclaró: "No voy a ser candidato a vicepresidente de Cobos ni de Kirchner".
En un reportaje concedido al diario La Capital de Rosario, dijo que "no hay que llenarse el mate de infelices ilusiones", sino que "hay que tener una actitud propositiva para construir desde el lugar que a uno le toca, y todos los lugares son importantes".
Hace un mes, Cobos desafió a Binner a compartir una fórmula presidencial para 2011, lo que fue descartado por el ex intendente rosarino.
Por otra parte, señaló que no teme que durante los próximos dos años políticos se paralice la tarea legislativa y expresó que "es cierto que en las próximas elecciones tenemos un grado de responsabilidad con los problemas, que es nuestro mejor argumento para la gente".
"Algunas cosas se pueden hacer y otras no. Las haremos si tenemos tiempo", sostuvo.
Al trazar un análisis de los primeros dos años de su gestión de gobierno, indicó: "Teníamos un diagnóstico de la realidad y eso nos permitió elaborar un programa. Luego se enriqueció con el Plan Estratégico y finalmente lo que hablamos del cambio está plasmado en cinco cuadernillos de las cinco regiones".
Destacó el gobernador socialista que "todo esto tiene que ver con construcción de escuelas, presupuesto educativo (que hoy es del 37,5 por ciento), centros de salud, hospitales de alta complejidad y se está haciendo el Sistema Integrado de Salud".
El socialismo comienza a decidirse en avanzar hacia una construcción de un verdadero Frente Progresista.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Camino al 2011... nuevo marco político

Veamos los principales acontecimientos que las precedieron como para poder entender lo que vendrá, aunque renunciemos a hacer predicciones, siempre destinadas a ser desmentidas por la realidad. El Gobierno forzó la aprobación de la nueva Ley Electoral: prefirió tener un instrumento para poder controlar el PJ a costa de arriesgarse a perder el apoyo de algunos de sus potenciales aliados de izquierda, afectados por el contenido de las nuevas reglas de juego. Quizás haya evaluado que algunos de ellos ya no eran susceptibles de mantener dentro de su férrea disciplina o que serán recuperables en el futuro, a medida que se vaya clarificando el camino hacia las elecciones.
El caso más notorio fue el de “Pino” Solanas y su agrupación. Anoche lo vimos en el Parlamento festejando el fin de la “dedocracia”.
Segundo hecho importante previo a la sesión de ayer: nuevas promesas a las agrupaciones “piqueteras” opositoras, promesas que solo podrán concretarse a costa de disminuir los fondos puestos a disposición de los Intendentes del conurbano. A pesar de ello, y este es el tercer hecho importante de ayer, el “kirchnerismo” logró evitar que la Legislatura bonaerense desdoblase las fechas de elecciones primarias, restando así a los intendentes y caudillos locales la posibilidad de sacarse, a la hora de las internas, el “salvavidas de plomo” que muchos de ellos consideran que tendrán que colocarse al ir en las mismas listas con Kirchner como candidato.
Volvamos un poco al parlamento. El arco opositor demostró que podía coincidir en una jugada muy fuerte, que debilita y condiciona el poder oficialista. Dijimos “debilita y condiciona” y nada más. De aquí hacia delante habrá que ver proyecto, por proyecto, debate por debate, qué capacidad tienen unos y otros para conformar las mayorías necesarias en torno a las importantes iniciativas que irán apareciendo en el futuro. Citemos algunas de las más probables: reforma del Consejo de la Magistratura; eliminación de algunas facultades delegadas en materia presupuestaria, creación de comisiones investigadoras. Una parte importante del arco opositor va a coincidir en algunas de esas iniciativas, pero al oficialismo aún le quedan aliados y capacidad para cooptar nuevos. Además, la oposición no va a poder contar con el apoyo continuado de algunos de los bloques que ayer dieron quórum y dejaron al oficialismo en minoría a la hora de conformar las comisiones.
Además aún está por jugarse el mismo partido que vimos ayer en Diputados en la Cámara Alta ¿van a conseguir los principales grupos opositores el mismo resultado en el Senado? Finalmente, no nos olvidemos que, formación de comisiones investigadoras aparte, el Ejecutivo mantiene la facultad de veto e incluso buenas posibilidades de neutralizar iniciativas que requieran mayorías especiales. En definitiva: estamos viviendo el comienzo de una nueva era en materia de gestión y aprobación de leyes, donde la negociación va a ser tema obligado de todos los días y en un contexto político donde el oficialismo ya no va a contar con las mismas facilidades ni con los mismos medios con que contó en el pasado, pero donde la oposición tampoco va a tener toda la capacidad de imponer su voluntad como creyeron que los resultados del 28 de junio daban por terminada la hegemonía del oficialismo. En el futuro habrá que ver cómo se van conformando las grandes coaliciones que nos van a llevar a las elecciones de junio u octubre de 2011. Vamos a los principales interrogantes.
El oficialismo tendrá que decidir, una vez más, si “es pingüino o pinguina” o si ante el creciente deterioro de la imagen del matrimonio Kirchner, deben optar por otra opción: ya sea un Scioli que viene muy debilitado pero que demuestra que resiste a cualquier tipo de desgaste; un gobernador exitoso y con capacidad de aglutinar a lo que va a quedar del oficialismo de aquí al final de su gobierno (Gioja, quizás?) o, en su defecto, una figura nueva pero con suficientes quilates como para brindar una nueva imagen a un oficialismo desgastado: ayer Sabatella con su reclamo de pertenencia al “tercer sector” quizás se confirmo como aspirante a dicha posibilidad; queda el Gobernador de Salta, Urtubey, joven brillante si los hay, pero de impredecible futuro, tanto para Kirchner como para la oposición. En cualquier caso, de no mediar algún imprevisto, la decisión la tomará Néstor Kirchner y para concretar la candidatura tendrá que pasar por una interna abierta que no carece de riesgos, aún para sus candidatos.
En el “pan radicalismo” todo parece más claro: hoy por hoy es difícil discutir a Cobos, hasta Duhalde lo apoya. Muy probablemente terminará renunciando a la Vicepresidencia en algún momento de 2010 o comienzos de 2011, terminará de consolidar su control del aparato de la UCR y tejerá las alianzas necesarias con Carrió, Stolbizer y otros dirigentes surgidos del radicalismo, eventuales con algunos “radicales K” que, llegada la hora de la verdad, volverán al seno del partido de Alem…si los dejan (Colombi, por ejemplo, López Murphy).
Las dudas surgirán con su gran aliado de izquierda ¿qué va a hacer Binner? ¿Aceptará ser el Vicepresidente de Cobos? O preferirá ponerse al frente de una izquierda socialdemócrata que puede aglutinar a buena parte del socialismo, a figuras con peso local como Sabatella y Juez, a algunos ex ARI como Macaluse y los que lo acompañan en el SI (que ayer fue un “no” a Kirchner, pero que mañana puede ser un “si” a quien haga falta, a condición de que les garanticen poder sobrevivir como fuerza política). Un socialismo que, eventualmente, muy eventualmente, puede incluir a figuras como Solanas, incluso a Heller, a parte de la CTA y hasta de los movimientos sociales que se reunieron masivamente hace dos semanas en Neuquén. Pero nos estamos acercando a la política-ficción. Ya sabemos que la característica esencial de la izquierda argentina es la dispersión y las querellas de familia. No es la izquierda uruguaya ni el PT de Lula.
De todos modos, Binner tiene una oportunidad, en realidad dos: o juega con Cobos y sacrifica autonomía pero participa de un gobierno nacional, o se pone al frente de la izquierda moderada, trata de aglutinarla y sale a pelearle el terreno al kirchnerismo y al radicalismo. Como proyecto político es más que interesante, pero nada fácil de realizar. Si Binner opta por la solución Cobos, el resto de la izquierda irá fragmentada, parte con el kirchnerismo, como ahora pero con algunas incorporaciones que están por verse; parte con Cobos y Binner; parte sola conformando minorías sin futuro electoral, mucho más a partir de esta nueva Ley Electoral hecha a medida en su contra.
Queda la otra gran fuerza política: el peronismo disidente y la Unión-Pro. Su futuro está condicionado por grandes interrogantes: ¿aceptará Reutemann ser el candidato? Habrá que esperar hasta abril para saberlo. Si su decisión es positiva, vendrá entonces un período de construcción de una fuerza política muy amplia que podrá, o no, ir a competir por dentro del PJ en las internas abiertas. Ya hay dos partidos “muletos” en condiciones de darle la base electoral indispensable. Si Reutemann no es candidato, será la hora de los “outsiders”: Solá, Macri, Das Neves, eventualmente, pero difícil, Alberto Rodríguez Sáa. ¿cómo van a dirimir sus candidaturas? ¿dentro o fuera del PJ en las internas abiertas? Salvo que, que la situación social se deteriore o que la crisis en el justicialismo disidente se agrave por falta de liderazgo. En ese caso veremos volver a crecer la figura de Duhalde y sus posibilidades de competir por la presidencia.