“La juventud es la arcilla fundamental de nuestra obra” y es a partir de ella que avanzaremos en “la construcción del hombre nuevo”, afirmaba alguien hace algún tiempo atrás. Casi al mismo tiempo, pero por otras latitudes, en un libro titulado “Conducción Política” existió quien escribió: “nosotros, que conformamos un Movimiento idealista y moral, es lo primero que debemos inculcar a nuestra gente."
A colación rescatamos estas palabras, a fin de explicar lo sucedido en un momento de la pasada sesión del HCD, donde tanto oficialismo como oposición, decidieron archivar un proyecto de ordenanza orientado a la promoción y prevención de la salud de nuestros jóvenes, como fue el “expendio nocturno de preservativos gratuitos” presentado por el Partido Socialista de nuestra ciudad, meses atrás.
No son casuales estas frases. La primera, porque el proyecto estaba orientado a la protección de nuestra arcilla fundamental, y la segunda, por el recorrido institucional que transitó el mencionado proyecto.
Meses atrás, la propuesta, que no generaba gasto alguno municipal, había sido aprobada por unanimidad por el cuerpo legislativo que nos representa. Posteriormente, fue vetada por nuestro intendente, porque la realpolitik, forma en que algunos entienden el ejercicio político, percibe al otro como su enemigo, y no es posible entender que la renovación política posterior a la crisis de representación, generó que seamos muchos los que, con ánimo de contribuir y aportar en pos de la mejora de la calidad de vida de nuestro pueblo, comencemos a ganar espacio dentro de las estructuras de poder. Y no hablamos del poder que los “otros” ostentan… nos referimos a que de a poco nos despertamos, nos levantamos, comenzamos a tener voz, nos animamos a contribuir desde la propuesta, situación que debería observarse de algunos conciudadanos hoy devenidos en representantes, en correlato con la función que deberían ejercer.
La legalidad indica que posterior al veto del poder ejecutivo, es el poder legislativo quien resuelve si, a pesar de dicha negativa, una propuesta puede transformarse en ordenanza con el solo hecho de que las 2/3 partes de los componentes del cuerpo levanten su mano para sostener lo que la moral y el ideal afirmaron y sostuvieron meses atrás. Porque nuestro sistema es democrático, republicano, y por ende, el deber y el hacer son parientes cercanos de la independencia de poderes.
Sorpresa generó cuando observamos que, quienes meses atrás habían aprobado el proyecto, hoy lo rechazaron, tanto oficialismo como oposición. La palabra elegida fue el “archívese”. Pero como nos enseñaron que el deber ético y moral va de la mano con la verdad, es menester resaltar que un solo edil fue consecuente con su accionar, siendo necesario resaltarlo.
Tranquilos queridos representantes, compañeros… nosotros somos servidores, y nuestro objeto y vía es solo el aporte. Ni la realpolitik ni los esquemas viciados de la “vieja política” sirven de guía a nuestros valores e ideales.
Y como una vieja y trillada frase dice “el que avisa, no traiciona”, aquí les transmitimos nuestro método… es simple, no requiere hacer mucha sinapsis. Por cada rechazo, les acercaremos dos proyectos a modo de generosidad y contribución, en este caso con el objeto de mejorar la vida de nuestros jóvenes. Porque como intentamos con la “Banca del Pueblo”, solo tenemos como meta revertir el carácter “ficcional” de la representatividad. Y a quienes sostienen que para proponer “primero ganen una banca”, nuestra respuesta va con la enseñanza que dejó alguien, alguna vez: el trabajo voluntario es lo que revierte la enajenación del hombre. Así que, como no nos desespera una banca, trabajamos… “todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio consciente de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido”.
Pero avancemos, que ”ladran Sancho, señal que cabalgamos”… y para avanzar, ante todo la justicia, así que nos proponemos ser justos.
Por la negativa ejecutiva, les acercamos un dato más que interesante. Los municipios de Morón y Santa Fé, sin un solo peso de los bolsillos de sus ciudadanos, gestionaron a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la creación de la “Casa de la Juventud”, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Así que a gestionar por nuestra arcilla, compañeros… que exista en General Rodríguez un espacio para el desarrollo de diferentes programas destinados a nuestros jóvenes, que tenga como objetivo general reforzar y promover la inclusión social y el desarrollo humano de los jóvenes en situación vulnerable, para favorecer su integración social y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos. Transformemos a nuestros pibes en sujetos activos por el cambio social. Gestionemos un espacio donde los jóvenes sientan que están contribuyendo en la construcción de una sociedad diferente. Desarrollemos un espacio donde puedan organizar campañas solidarias de trabajo voluntario, tengan la posibilidad de expresarse a través del teatro, la música, los festivales, la pintura, la literatura, los juegos de mesa, el deporte.
Por la negativa legislativa, con un abrazo fraternal, les enviamos un proyecto de ordenanza orientado a la “Creación de la Consejo Consultivo Juvenil”, para que un representante de la juventud de cada escuela y de cada barrio, elegidos democráticamente, puedan tener reuniones periódicas con nuestro intendente y con el presidente del HCD, de modo tal que a través del análisis, el debate y la propuesta de los jóvenes de la localidad, se genere un proceso de elaboración de políticas públicas juveniles acorde a las necesidades de los mismos. “De forma”.
A colación rescatamos estas palabras, a fin de explicar lo sucedido en un momento de la pasada sesión del HCD, donde tanto oficialismo como oposición, decidieron archivar un proyecto de ordenanza orientado a la promoción y prevención de la salud de nuestros jóvenes, como fue el “expendio nocturno de preservativos gratuitos” presentado por el Partido Socialista de nuestra ciudad, meses atrás.
No son casuales estas frases. La primera, porque el proyecto estaba orientado a la protección de nuestra arcilla fundamental, y la segunda, por el recorrido institucional que transitó el mencionado proyecto.
Meses atrás, la propuesta, que no generaba gasto alguno municipal, había sido aprobada por unanimidad por el cuerpo legislativo que nos representa. Posteriormente, fue vetada por nuestro intendente, porque la realpolitik, forma en que algunos entienden el ejercicio político, percibe al otro como su enemigo, y no es posible entender que la renovación política posterior a la crisis de representación, generó que seamos muchos los que, con ánimo de contribuir y aportar en pos de la mejora de la calidad de vida de nuestro pueblo, comencemos a ganar espacio dentro de las estructuras de poder. Y no hablamos del poder que los “otros” ostentan… nos referimos a que de a poco nos despertamos, nos levantamos, comenzamos a tener voz, nos animamos a contribuir desde la propuesta, situación que debería observarse de algunos conciudadanos hoy devenidos en representantes, en correlato con la función que deberían ejercer.
La legalidad indica que posterior al veto del poder ejecutivo, es el poder legislativo quien resuelve si, a pesar de dicha negativa, una propuesta puede transformarse en ordenanza con el solo hecho de que las 2/3 partes de los componentes del cuerpo levanten su mano para sostener lo que la moral y el ideal afirmaron y sostuvieron meses atrás. Porque nuestro sistema es democrático, republicano, y por ende, el deber y el hacer son parientes cercanos de la independencia de poderes.
Sorpresa generó cuando observamos que, quienes meses atrás habían aprobado el proyecto, hoy lo rechazaron, tanto oficialismo como oposición. La palabra elegida fue el “archívese”. Pero como nos enseñaron que el deber ético y moral va de la mano con la verdad, es menester resaltar que un solo edil fue consecuente con su accionar, siendo necesario resaltarlo.
Tranquilos queridos representantes, compañeros… nosotros somos servidores, y nuestro objeto y vía es solo el aporte. Ni la realpolitik ni los esquemas viciados de la “vieja política” sirven de guía a nuestros valores e ideales.
Y como una vieja y trillada frase dice “el que avisa, no traiciona”, aquí les transmitimos nuestro método… es simple, no requiere hacer mucha sinapsis. Por cada rechazo, les acercaremos dos proyectos a modo de generosidad y contribución, en este caso con el objeto de mejorar la vida de nuestros jóvenes. Porque como intentamos con la “Banca del Pueblo”, solo tenemos como meta revertir el carácter “ficcional” de la representatividad. Y a quienes sostienen que para proponer “primero ganen una banca”, nuestra respuesta va con la enseñanza que dejó alguien, alguna vez: el trabajo voluntario es lo que revierte la enajenación del hombre. Así que, como no nos desespera una banca, trabajamos… “todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio consciente de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido”.
Pero avancemos, que ”ladran Sancho, señal que cabalgamos”… y para avanzar, ante todo la justicia, así que nos proponemos ser justos.
Por la negativa ejecutiva, les acercamos un dato más que interesante. Los municipios de Morón y Santa Fé, sin un solo peso de los bolsillos de sus ciudadanos, gestionaron a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la creación de la “Casa de la Juventud”, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Así que a gestionar por nuestra arcilla, compañeros… que exista en General Rodríguez un espacio para el desarrollo de diferentes programas destinados a nuestros jóvenes, que tenga como objetivo general reforzar y promover la inclusión social y el desarrollo humano de los jóvenes en situación vulnerable, para favorecer su integración social y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos. Transformemos a nuestros pibes en sujetos activos por el cambio social. Gestionemos un espacio donde los jóvenes sientan que están contribuyendo en la construcción de una sociedad diferente. Desarrollemos un espacio donde puedan organizar campañas solidarias de trabajo voluntario, tengan la posibilidad de expresarse a través del teatro, la música, los festivales, la pintura, la literatura, los juegos de mesa, el deporte.
Por la negativa legislativa, con un abrazo fraternal, les enviamos un proyecto de ordenanza orientado a la “Creación de la Consejo Consultivo Juvenil”, para que un representante de la juventud de cada escuela y de cada barrio, elegidos democráticamente, puedan tener reuniones periódicas con nuestro intendente y con el presidente del HCD, de modo tal que a través del análisis, el debate y la propuesta de los jóvenes de la localidad, se genere un proceso de elaboración de políticas públicas juveniles acorde a las necesidades de los mismos. “De forma”.
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